¿Quieres ofrecer tus servicios profesionales por internet y no sabes por dónde empezar con los trámites? ¿Necesitas una lista clara de permisos mínimos para lanzar tu consultoría online sin riesgos legales? En esta guía encontrarás los requisitos esenciales, las obligaciones más habituales y las diferencias clave por país para que puedas comenzar con buen pie y evitar sanciones. Lee con calma, toma nota y prepara tu plan de cumplimiento paso a paso.
Qué exige la ley para una consultoría online
La consultoría online consiste en prestar servicios profesionales a distancia mediante videollamadas, plataformas de reuniones, correo o chat. A efectos legales, sigue siendo una actividad económica de servicios. Esto implica tres grandes bloques de cumplimiento:
- Registro y fiscalidad: dar de alta la actividad ante la autoridad tributaria, facturar correctamente y declarar impuestos.
- Marco digital: aviso legal, términos y condiciones, política de privacidad y, cuando proceda, política de cookies.
- Consumo y contratos: información precontractual clara, derecho de desistimiento (si aplica) y contratos adaptados a la prestación remota.
Además, pueden existir obligaciones adicionales por sector (por ejemplo, sanitario o financiero), por ubicación (licencias municipales o estatales) o por tratamiento de datos personales (reglas de protección de datos).
Permisos mínimos para empezar hoy
Estos son los permisos y elementos mínimos que, en la mayoría de jurisdicciones, necesitas para iniciar una consultoría online de forma segura:
- Alta de actividad económica ante la autoridad fiscal (como persona autónoma/profesional o constituyendo una sociedad). Incluye la elección del epígrafe/código de actividad.
- Número de identificación fiscal y, en su caso, registro en impuestos indirectos (IVA/IGV/ITBIS/IVA estatal) para poder facturar legalmente.
- Obligaciones de facturación: capacidad de emitir factura válida (electrónica donde sea obligatoria) y llevar libros/contabilidad según la norma local.
- Aviso legal, términos de servicio y política de privacidad visibles en tu web/plataforma. Si usas cookies de analítica o marketing, añade política de cookies y mecanismo de consentimiento cuando sea exigible.
- Contrato de prestación de servicios con tus clientes, con cláusulas de alcance, honorarios, confidencialidad, propiedad intelectual, protección de datos y resolución de disputas.
- Protección de datos: identificar tu base legal de tratamiento, limitar la recogida de datos, firmar acuerdos con encargados (proveedores cloud, videoconferencia, CRM) y habilitar derechos ARCO/DSAR.
- Licencia o aviso municipal solo si tu localidad lo exige para actividades desde domicilio (home office) o si atiendes público en un local.
- Métodos de cobro conformes: pasarela de pago y cuenta bancaria profesional; verificar KYC/AML del proveedor de pagos.
- Seguro de responsabilidad civil profesional (recomendado) para cubrir daños por errores u omisiones.
- Registro de marca (opcional pero recomendable) para proteger tu identidad comercial.
Alta fiscal y tributación: panorámica por países/regiones
España
Para operar como consultor en línea:
- Alta en Hacienda (modelo 036/037) como profesional/empresario, indicando el epígrafe IAE adecuado.
- Alta en la Seguridad Social en el régimen de autónomos (RETA) antes del inicio de actividad. Si constituyes sociedad, deberás gestionar también obligaciones societarias.
- IVA: la consultoría suele estar sujeta a IVA. En operaciones B2B intracomunitarias puede aplicar inversión del sujeto pasivo; en B2C, revisa las reglas de localización.
- Facturación: obligación de emitir factura. La facturación electrónica B2B se está implementando de forma gradual; verifica el calendario vigente.
- LSSI y RGPD/LOPDGDD: aviso legal, privacidad y cookies, con consentimiento cuando proceda.
México
- Inscripción en el RFC ante el SAT como persona física con actividad empresarial o sociedad.
- CFDI: emisión obligatoria de factura electrónica por cada servicio/cobro.
- IVA e ISR: retenciones y pagos provisionales según régimen (p. ej., RESICO cuando aplique).
- Datos personales: cumplir la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares (aviso de privacidad, finalidades, derechos ARCO).
Colombia
- Registro en la DIAN (RUT) y, de ser necesario, Cámara de Comercio para matrícula mercantil.
- Factura electrónica obligatoria con validación previa.
- IVA según la naturaleza del servicio y cliente; revisar reglas de territorialidad.
- Habeas Data: cumplir la Ley 1581/2012 (política de tratamiento, autorizaciones, SIC).
Argentina
- Inscripción AFIP (Monotributo o Responsable Inscripto) y, en su caso, inscripción local.
- Factura electrónica obligatoria mediante el sistema de AFIP.
- IVA y Ganancias según régimen.
- Datos personales: cumplimiento de la Ley 25.326 y registro de bases de datos cuando corresponda.
Chile
- Inicio de actividades ante el SII.
- Boleta/Factura electrónica obligatoria.
- IVA: revisar sujeción del servicio y exenciones.
- Datos personales: Ley 19.628 y mejores prácticas de transparencia y seguridad.
Perú
- RUC ante SUNAT y elección del régimen tributario.
- Comprobantes electrónicos obligatorios (factura/boleta).
- IGV e Impuesto a la Renta según corresponda.
- Protección de datos: Ley 29733 y su reglamento; registro de bancos de datos cuando aplique.
Estados Unidos
- Registro del negocio a nivel estatal/condal (LLC, sole proprietorship, etc.) y obtención de EIN si procede.
- Licencia comercial general o home occupation permit en ciertas ciudades/condados.
- Impuestos: federal y estatal. Muchos estados no gravan servicios profesionales con sales tax, pero algunos sí; verifica en tu estado.
- Privacidad: cumplimiento sectorial/estatal (p. ej., CCPA/CPRA en California si superas umbrales o manejas datos de residentes).
Unión Europea (operaciones transfronterizas)
- IVA intracomunitario: reglas de localización diferentes para B2B (frecuente inversión del sujeto pasivo) y B2C (posible tributación en origen o destino según servicio).
- OSS/Non-Union OSS: revisar si tu tipología de servicios puede gestionarse por ventanilla única.
- RGPD: aplica si tratas datos de personas en la UE, incluso si tu empresa está fuera.
Licencias municipales y domicilio de trabajo
Para consultoría puramente online desde casa, normalmente no se requiere licencia de actividad específica. Sin embargo:
- Algunas ciudades exigen licencia comercial o comunicación previa aun sin atención al público.
- En viviendas, puede pedirse permiso de actividad inocua o cumplimiento de normas de convivencia y seguridad.
- Si abres una oficina física, infórmate sobre uso de suelo, aforo y prevención de riesgos.
Consulta siempre la normativa municipal o estatal de tu localidad, ya que los requisitos pueden variar considerablemente.
Protección de datos y privacidad
La consultoría suele implicar información sensible de clientes. Debes implementar un programa de privacidad proporcional:
- Base legal y finalidades: define por qué y para qué tratas datos (ejecución del contrato, interés legítimo, consentimiento).
- Transparencia: publica una política de privacidad clara con plazos de conservación, transferencias internacionales y datos de contacto.
- Contratos con proveedores: firma acuerdos de encargo de tratamiento con SaaS, cloud, videoconferencia y email marketing.
- Seguridad: cifrado en tránsito, autenticación robusta, control de accesos, copias de seguridad y gestión de incidentes.
- Derechos de los interesados: habilita canales para acceso, rectificación, supresión y oposición.
- Cookies: si instalas cookies no esenciales, solicita consentimiento conforme a la normativa local (UE/ePrivacy, guías de autoridades).
Si tratas categorías especiales de datos (salud, orientación, etc.) o a gran escala, evalúa realizar una evaluación de impacto y valorar el nombramiento de un DPO.
Contratación electrónica y derechos del consumidor
Si trabajas con consumidores finales (personas físicas), rigen normas de consumo y comercio electrónico:
- Información precontractual: identidad del prestador, precio total, impuestos, medios de pago, plazos, condiciones de cancelación.
- Confirmación del contrato: acuse de recibo por medios duraderos (email) y acceso al contrato.
- Derecho de desistimiento en la UE: 14 días para servicios contratados a distancia, salvo que el cliente consienta el inicio del servicio y reconozca la pérdida del derecho si se presta completamente.
- Atención posventa: canales de contacto y resolución de reclamaciones.
Para B2B, el contrato puede ser más flexible, pero igualmente conviene fijar alcance, entregables, plazos, propiedad intelectual y confidencialidad.
Propiedad intelectual, marca y publicidad
- Propiedad intelectual: define en contrato quién posee los informes, metodologías y resultados; puedes conceder licencias limitadas.
- Uso de contenidos de terceros: respeta licencias y atribuciones.
- Marca: registrar tu marca te ayuda a evitar confusiones y a proteger tu reputación.
- Publicidad: no hagas afirmaciones engañosas; si publicas testimonios o casos de éxito, obtén autorización y evita datos personales innecesarios.
Sector y actividad regulada
Si tu consultoría toca sectores regulados, revisa requisitos adicionales:
- Financiero: asesoría de inversiones puede requerir registro/licencia.
- Legal: servicios reservados a profesionales colegiados.
- Sanitario/psicológico: títulos habilitantes, seguros y límites de ejercicio a distancia.
- Export control y sanciones: cuidado con clientes/países sujetos a restricciones.
Cuando tu actividad entre en estos ámbitos, los permisos mínimos se amplían y puede ser imprescindible obtener autorizaciones específicas antes de operar.
Facturación, pasarelas de pago y prevención de fraude
- Factura válida: incluye datos fiscales, descripción del servicio, fecha y tipo impositivo/retención. Usa facturación electrónica cuando sea obligatoria.
- Pagos: trabaja con pasarelas que cumplan PCI DSS y ofrezcan 3D Secure para reducir contracargos.
- Anticipos y hitos: estructura cobros por fases y define en contrato la política de cancelación.
- Operaciones internacionales: contempla comisiones, cambio de divisa y obligaciones de IVA en destino cuando proceda.
Autónomo o sociedad: impacto en permisos y obligaciones
Elegir la forma jurídica incide en trámites y riesgos:
- Persona autónoma/profesional: alta más simple y costos iniciales bajos; responsabilidad personal ilimitada; obligaciones contables simplificadas.
- Sociedad: mayor formalidad (estatutos, registro), posible mejor imagen ante clientes y separación patrimonial; contabilidad y cumplimiento más exigentes.
En ambos casos, necesitarás el alta fiscal, la emisión de facturas y el cumplimiento del marco digital (aviso legal, privacidad, cookies).
Seguros y cumplimiento continuo
- Responsabilidad civil profesional: cubre errores/omisiones en tu asesoría.
- Ciberseguro: útil si manejas datos sensibles o dependes de sistemas online.
- Retención de documentación: conserva contratos, facturas y consentimientos el tiempo legal.
- Auditorías internas: revisa periódicamente contratos, textos legales y proveedores.
Errores comunes que retrasan la apertura
- Empezar a cobrar sin alta fiscal y sin facturar correctamente.
- No publicar política de privacidad ni términos en la web.
- Usar herramientas SaaS sin acuerdos de tratamiento de datos.
- Desconocer la regla de IVA en operaciones transfronterizas.
- No contemplar el desistimiento ni la política de cancelación en B2C.
Checklist de arranque en 30 días
- Día 1–5: define actividad, forma jurídica y tarifas. Elabora tu contrato tipo.
- Día 6–10: tramita alta fiscal y, si aplica, seguridad social/registro mercantil.
- Día 11–15: configura facturación (plantillas, e-invoicing donde aplique) y pasarela de pago.
- Día 16–20: publica aviso legal, términos, privacidad y cookies. Implementa el banner de consentimiento si procede.
- Día 21–25: firma acuerdos con proveedores (cloud, videoconferencia, CRM). Establece medidas de seguridad básicas.
- Día 26–30: prueba tu proceso de onboarding, cobro y entrega. Activa seguro profesional y prepara un plan de archivo de documentación.
Con estos pasos y permisos mínimos cubiertos, podrás iniciar tu consultoría online con una base legal sólida y escalable.
